“Las bacteria no desarrollan resistencia a las medicinas de las plantas. Sencillamente, no pueden hacerlo porque las plantas llevan luchando contra ellas desde mucho antes de la aparición de la especie humana, hace unos 700 millones de años.
Durante muchísimo tiempo las plantas fueron, y siguen siendo, las medicinas fundamentales de la humanidad. Poseen determinados atributos que los fármacos jamás tendrán:
1) su composición química es sumamente compleja, demasiado compleja para que pueda elaborarse resistencia contra ella; en lugar de tener una bala plata (una única sustancia química), las plantas contienen a menudo entre decenas y cientos de componentes.
2) las plantas llevan millones de años elaborando respuestas muy sofisticadas contra las invasiones bacterianas; los componentes complejos que contienen actúan en compleja sinergia unos con otros y han sido diseñados para desactivar y destruir a los agentes patógenos invasores mediante múltiples mecanismos, muchos de los cuales se analizan en este libro;
3) las plantas son gratis; es decir, lo son para aquellos que aprenden a identificarlas allí donde crecen, a recolectarlas y a elaborar medicinas con ellas (incluso aunque las compres o las cultives tu mismo, son muy baratas);
4) cualquiera puede utilizarlas para sanar; no hacen falta catorce años de formación académica para aprender a utilizarlas para curarte a ti mismo;
5) son muy seguras; a pesar de la histeria inagotable de los medios de comunicación, las medicinas herbales bien utilizadas provocan muy pocos efectos secundarios en todo tipo de usuarios, sobre todo si las comparamos con los millones de personas que resultan perjudicadas cada año por culpa de los fármacos (las reacciones adversas a los medicamentos son la cuarta causa de mortalidad en Estados Unidos, según el Journal of the American Medical Association),
y 6) son ecológicamente sanas. Las medicinas elaboradas con plantas son una fuente naturalmente renovable y no provocan la misma contaminación medioambiental grave que producen los fármacos y que constituye uno de los factores que dan lugar a los mecanismos de resistencia en los microorganismos y graves enfermedades en las personas.
Las plantas constituyen la medicina de las personas. Siempre lo han sido. Han estado con nosotros desde que surgimos de la matriz ecológica de este planeta… y aquí siguen. Y como siempre han hecho, llevan su sanación a aquellos que las necesitan, al menos a todos aquellos que las conocen. Y descuida, que vamos a necesitarlas.”
Extraído del prefacio del libro: “Antibióticos Herbales, alternativas naturales para tratar las bacterias fármaco-resistentes”. De: Stephen Harrod Buhner